lunes, 20 de mayo de 2013

Comparación entre Don Álvaro y Alfonso VIII. Don Álvaro o la fuerza del sino y La Raquel. 

Ahora vamos a hablar de nuestro principal protagonista en cuestión, Don Álvaro, comparándolo con Alfonso VIII en la obra La Raquel. El primero, Don Álvaro, está enamorado de Leonor, hija de Calatrava, el cual se niega al amorío de ambos protagonistas, a pesar de ello Don Álvaro daría su vida por ella, es un personaje que se deja llevar por el destino, que suele ir de su parte en la mayoría de la obra, ya que en todos y cada uno de los duelos en los que se ha visto integrado siempre ha salido ganando en ellos.

Por otra parte vemos la figura de Alfonso VIII que si que se mueve por su amor hacia Raquel, pero que a la hora de la verdad, es capaz de hacer caso a la razón y actuar con ella, cosa que brilla por su ausencia en Don Álvaro, ya que realmente este se deja llevar por lo que ocurre, sin tener en cuenta lo que pueda pasar en realidad.

Don Álvaro dentro de la obra va cambiando su imagen, no dice su nombre real y va viajando de un sitio a otro debido a que se alista en el ejército.

En cambio Alfonso VIII debido a su imagen y a que la gente sabe que es el rey real no tiene el mismo trato que el anterior, que realmente es un personaje del que supuestamente no se sabe su pasado, pero quien lo conoce, sabe que es un “bastardo”.

Vemos por ejemplo en la obra de Don Álvaro o la fuerza del sino como este daría su vida completamente por ella, sin echarse atrás en ello:


DON ÁLVARO. ¡Señor marqués de Calatrava!... Mas ¡ah! no: tenéis
derecho para todo... Vuestra hija es inocente... tan pura
como el aliento de los ángeles que rodean el trono del
Altísimo. La sospecha a que puede dar origen mi
presencia aquí a tales horas concluya con mi muerte;
salga envolviendo mi cadáver como si fuera mortaja...
Sí, debo morir... pero a vuestras manos. (Pone una
rodilla en tierra.) Espero resignado el golpe, no lo
resistiré: ya me tenéis desarmado.

Y por otro lado en la historia de La Raquel, vemos como Hernan García, el consejero de Alfonso VIII ya nos habla de Raquel como el mal que le ciñe por estar casi cegado a los encantos de esta:

HERNÁN GARCÍA


Sí, Garcerán: agradecido admito 35
tu cortés expresión; mas no repitas
memorias, que o del todo están borradas,
o tan notablemente obscurecidas.
Esperemos, sí, a ver con indolencia,
que en tan enorme subversión prosiga 40
el desorden del Reino y su abandono,
del intruso poder la tiranía,
el trastorno del público gobierno,
nuestra deshonra, el lujo, la avaricia,
y todo vicio en fin, que todo vicio 45
en la torpe Raquel se encierra y cifra:
en ese basilisco, que de Alfonso
adormeció el sentido con su vista
tanto que sólo son sus desaciertos
equívocas señales de su vida. 50
Siete años hace, que el Octavo Alfonso
volvió a Toledo en triunfos y alegrías,
y esos hace también que en vil cadena
trocó el verde laurel, que le ceñía. 

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